El viernes último, una declaración de la cancillería dominicana destacó que el presidnte de ese país, Luis Abinader, respalda «la marroquinidad del Sahara» y está dispuesto a inaugurar un consulado en la ciudad de Dajla, ciudad saharaui bajo jurisdicción de Marruecos.
Por medio de un comunicado al que tuvo acceso Prensa Latina, Zrug asegura que Abinader realizó «graves afirmaciones que afectan al Sahara Occidental, territorio ilegalmente ocupado por Marruecos y pendiente de descolonización».
Asimismo, reivindica el «consagrado y legítimo derecho a la autodeterminación e independencia del pueblo saharaui», el cual considera «inalienable e inapelable».
«Únicamente al pueblo del Sahara Occidental le corresponde de forma exclusiva, ejercer dicho derecho para la libre y democrática elección de su futuro político», asevera.
El Sahara Occidental, reitera, es un territorio no autónomo pendiente de descolonización, inscrito como tal por las Naciones Unidas desde 1963 y ocupado ilegalmente por la fuerza de las armas por Marruecos desde el 30 de octubre de 1975.
Dicha ocupación fue condenada de forma sucesiva por las Naciones Unidas y no es reconocida por ningún organismo internacional, afirma el texto.
La declaración insta al mandatario dominicano a contribuir con los esfuerzos de Naciones Unidas y la Unión Africana para lograr una solución justa y duradera, «que permita al pueblo de la última colonia africana del Sahara Occidental, a ejercer su legítimo e inalienable derecho en la autodeterminación e independencia».
También lo exhorta a «sumarse, en congruencia con el consenso regional latinoamericano y caribeño, al repudio de los últimos vestigios de la lacra del colonialismo» y a «establecer relaciones diplomáticas plenas con la República Saharaui, Estado miembro de la Unión Africana».
Por otra parte, le solicita abstenerse de incitar al «régimen marroquí a la realización de cualquier tipo de acción o actividad que resulten en denegación directa al derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui».
Además, le exige que no promueva gestiones u operaciones que violen la soberanía permanente de la República Saharaui sobre sus recursos naturales o resulten obstáculos a «los nobles esfuerzos políticos de la comunidad internacional, para una solución justa a la descolonización del Sahara Occidental».
Del mismo modo, expresa el reconocimiento «a todas las fuerzas políticas, movimientos sociales y de solidaridad, por sostener los valores de hermandad y lazos culturales e históricos, que nos unen con la hermana República Dominicana, en base a la defensa de los principios de autodeterminación de los pueblos y el respeto a la soberanía nacional».
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