Los terremotos ocurrieron a las 00:48 y 00:50, hora local, con magnitudes 4,7 y 5,1, respectivamente, en la escala japonesa de cero a siete, centrada en medir la agitación sobre la superficie y los potenciales perjuicios.
Hasta el momento no se reportan daños significativos derivados de los eventos, cuyos epicentros se localizaron en el norte de la prefectura de Ibaraki.
Japón se asienta sobre el llamado Cinturón de Fuego o Anillo de Fuego del Pacífico, una de las zonas sísmicas más activas del mundo.
Dada la relativa frecuencia con que acontecen temblores en este país asiático, sus edificaciones se construyen con infraestructuras especialmente diseñadas para soportar los terremotos.
No obstante, en marzo de 2011 un gran terremoto y un tsunami, con poco tiempo de diferencia, ocasionaron un accidente nuclear en la central Fukushima Daiichi, con gran devastación en el Japón nororiental y el país aún lidia con las consecuencias de ese suceso traumático.
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