En represalia por el crímen israelí en la zona de Qadmous, Hizbulah confirmó una operación aérea coordinada con drones de asalto dirigida al cuartel Ya’ara (sede de la Brigada Occidental 300) y la base Sanat Chin (centro logístico afiliado al Comando Norte).
De acuerdo con lo informado por el movimiento, el golpe a las posiciones y alojamientos de oficiales y soldados provocó bajas en las filas del ejército de Tel Aviv.
En repulsa por el bombardeo a la aldea de Batoulieh, la Resistencia atacó con cohetes y proyectiles de artillería el cuartel de Zarit y el despliegue de los uniformados enemigos a su alrededor, lo que causó la destrucción parcial de la sede e incendios.
Después de monitorear y dar seguimiento a las fuerzas enemigas, los combatientes de Hizbulah interceptaron un grupo de efectivos militares cuando intentaban infiltrarse en el bosque de Hadb Aita.
Según detallaron, atacaron con cohetes y proyectiles de artillería, obligándolos a retirarse y causándoles víctimas.
En este contexto, el Canal 13 hebreo informó al menos tres heridos, uno de ellos en estado crítico, trasladados al centro médico de Nahariya tras la explosión de varios drones.
La publicación Hedashot B’Zman reflejó entre tres y cinco aviones no tripulados explotados en la zona de Ya’ara, en el oeste de Galilea.
Al mismo tiempo, los medios israelíes divulgaron reportes de un impacto directo en Zarit tras el lanzamiento de cohetes desde territorio libanés.
La prensa contabilizó un soldado israelí muerto y varios más gravemente heridos debido a la explosión de un avión no tripulado lanzado por Hizbulah hacia Ya’ara, en la región de Galilea occidental.
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