La información la dio a conocer el propio mandatario durante su discurso en la ceremonia de investidura para un segundo periodo hasta 2028, celebrada el viernes último con la presencia de jefes de Estado y/o Gobierno, vicepresidentes y jefes de delegaciones oficiales de unos 80 países y una veintena de organismos internacionales.
Con la referida reforma el dignatario también propone disminuir la cantidad de diputados de 190 a 137, así como unificar la celebración de las elecciones presidenciales, congresuales, parlamentarias y municipales a partir de 2032.
A inicios de este mes, cuando presentó el contenido de la misma, el jefe de Estado manifestó que en la historia de la República Dominicana, la idea del «hombre imprescindible» ha sido una constante en el ejercicio del poder, ocasionando en más de una ocasión, “el surgimiento de dictaduras y gobiernos autoritarios”.
Respecto al fortalecimiento de la autonomía funcional del Ministerio Público, el proyecto de reforma constitucional del Poder Ejecutivo plantea que, en lo adelante, el procurador general de la República sea designado por el Consejo Nacional de la Magistratura, a propuesta del presidente del país.
Además, propone que el procurador general sea inamovible durante cada período presidencial y que solo pueda ser destituido por juicio político, en caso de cometer faltas graves.
También contempla excluir de la competencia del Ministerio Público la formulación de la política preventiva del Estado contra la criminalidad, quedando esta, conforme a su naturaleza, bajo la potestad del Poder Ejecutivo.
Mientras el gobernante reitera la necesidad de colocar «un candado» a la Constitución, para que ningún presidente, sin importar de la mayoría de que disponga en el Congreso, pueda transformar los términos de elección a más de dos períodos, organizaciones políticas se muestran contrario a esta idea como la Fuerza del Pueblo (FP) y el Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
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