La medida, que afecta a tres de los principales fabricantes de automóviles eléctricos del país asiático, fue considerada como una distorsión grave de los hechos.
Según la información revelada por la Comisión, las empresas chinas BYD, Geely y SAIC enfrentarán tasas de aranceles antidumping del 17,0 por ciento, 19,3 por ciento y 36,3 por ciento, respectivamente.
Por otro lado, Tesla, una compañía extranjera con operaciones en China, tendrá un arancel del nueve por ciento.
El promedio para las empresas cooperantes será del 21,3 por ciento, mientras que aquellas que no cooperaron con la investigación serán gravadas con un 36,3 por ciento.
La Asociación advirtió que la imposición de estos elevados aranceles antidumping generará riesgos significativos e incertidumbre para las empresas chinas que operan en Europa o que tienen planes de inversión en el continente.
Además, alertó que esta medida podría perjudicar el desarrollo de la industria automotriz de la Unión Europea, reducir oportunidades de empleo local y obstaculizar los esfuerzos hacia un desarrollo verde y sostenible.
En su declaración, la Asociación instó a priorizar el marco general de cooperación industrial entre China y Europa, así como a mantener el diálogo y la colaboración para asegurar un entorno de mercado justo, no discriminatorio y predecible.
Asimismo, enfatizó la importancia de preservar la seguridad de la cadena de suministro de la industria automotriz a nivel global.
El 30 de octubre de 2024, a más tardar, se publicará en el Diario Oficial un reglamento de ejecución de la Comisión que incluirá las conclusiones definitivas de la investigación.
Para China, esta pesquisa y las decisiones de aranceles a los vehículos eléctricos chinos responden a una medida de proteccionismo comercial sin fundamentos.
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