Según explicó el ministro de Relaciones Exteriores, la nación sudamericana tiene un personal muy bien entrenado en temas militares, de seguridad y policiales, a la que llegan muchas redes extranjeras buscando reclutar a estas personas con engaños y las llevan a países y guerras que nada tienen que ver con Colombia.
Ahondó que esas situaciones ponen al país en coyunturas diplomáticas complejas porque las personas reclutadas luego de firmar una serie de documentos quedan atrapadas en otros Estados, donde se les utiliza como carne de cañón, en tanto sus familias sufren.
“Si queremos que eso no siga sucediendo el país necesita instrumentos para prevenir esos casos y esa convención precisamente nos dará esos instrumentos”, afirmó.
Murillo calificó al proyecto de ley como muy relevante para el gobierno, la población y para los jóvenes entrenados que pueden ser víctimas de trampas.
La radicación del proyecto de ley ocurre después de varios casos divulgados por la prensa local acerca de colombianos que aceptaron el ofrecimiento de Ucrania para participar como efectivos en el conflicto con Rusia y que buscan retornar a su país.
El pasado mes de junio, el Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado donde expresó que el Gobierno de la nación sudamericana no promueve ni facilita la vinculación de ciudadanos colombianos al ejército ucraniano.
En ese momento aclaró que estas decisiones son de tipo personal, completamente voluntarias e individuales.
La Convención Internacional Contra el Reclutamiento, la Utilización, la Financiación y el Entrenamiento de Mercenarios, que con su proyecto de ley busca refrendar Colombia, fue aprobada en el año 1989 por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
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