Vehículos cargados con legumbres, aceite y arroz llegarán a 13 mil personas en riesgo de hambruna en Kereneik, en la parte occidental de Darfur, luego que las autoridades sudanesas dieron luz verde para que el punto fronterizo volviera a funcionar por seis meses.
El programa Mundial de Alimentos (PMA) aseguró en una nota de prensa que tiene suministros alimentarios y nutricionales suficientes para unas 500 mil personas listos para pasar rápidamente por la ruta.
Aunque las autoridades de Sudán anunciaron la reapertura de Adre la pasada semana, los primeros vehículos cruzaron el martes en la noche.
De acuerdo con el portavoz del secretario general de la ONU (António Guterres), Stéphane Dujarric, varios factores influyeron en la demora, entre ellos, las preocupaciones por la seguridad.
La ruta es considerada la más eficaz y corta para llevar insumos pre posicionados desde el vecino Chad hacia Darfur.
“La reapertura del cruce de Adre es fundamental para evitar que la hambruna se propague por Sudán, y ahora debe seguir en uso”, dijo la directora ejecutiva del PMA, Cindy McCain.
A juicio de la representante, esa es la única manera de evitar una hambruna generalizada.
En abril de 2023 inició el conflicto que ha dejado a Sudán con situación de hambre aguda a casi 26 millones de personas, e incluso condiciones de hambruna reportadas en el campamento de desplazados de Zamzam cerca de El Fasher, capital de Darfur del Norte.
Un reciente informe del Índice de Clasificación Integrada de la seguridad alimentaria estimó que otras 13 localidades en otras partes de Sudán corren también el riesgo de sufrir hambruna.
El cruce de Adre permaneció cerrado desde febrero y los socios humanitarios emplearon como alternativa el acceso fronterizo de Tine hacia el norte de Darfur desde Chad, pero la temporada de lluvias en curso volvió intransitable gran parte de la ruta.
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