La empresa asegura que descubrió la mala conducta después de una indagación interna y está dispuesta a crear un comité de investigación especial, compuesto por expertos externos, para determinar la causa de la irregularidad.
A su vez, dijo que se propone tomar medidas con tal de evitar que algo semejante vuelva a ocurrir y se disculpó por haber causado grandes inconvenientes y preocupación con esta mala conducta; pues socavó significativamente la confianza de los clientes y otras partes interesadas.
Según el fabricante, resultaron modificados los datos de 673 de los 674 motores que estaban instalados en buques, incluidos grandes cargueros, portacontenedores y petroleros, desde 2000, cuando se aplicaron las normas sobre los óxidos de nitrógeno nocivos.
La compañía explicó que los datos se alteraron mediante la manipulación de los equipos de prueba, a fin de mantener los valores dentro del rango permitido acordado con los clientes.
Kawasaki Heavy reconoció que esto podría tener un impacto en las emisiones de óxido de nitrógeno.
La investigación interna de la corporación se llevó a cabo por solicitud del Ministerio de Transporte de Japón.
La cartera pidió a Kawasaki Heavy el mes pasado que comprobara sus apuntes, después de recibir más de una denuncia de falsificaciones similares de los datos de motores de barcos de otras empresas.
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