Con 61 votos a favor y ocho en contra, la Cámara Alta del Congreso dio luz verde al nuevo mecanismo que sustituye uno establecido por decreto, y secundó así a los diputados que le otorgaron media sanción en junio.
El proyecto plantea una actualización mensual de los haberes en base al último dato disponible del Índice de Precios al Consumidor (IPC) e incluye una compensación extra del 8,1 por ciento para enero con el objetivo de que las personas puedan equiparar sus ingresos con el 20,6 por ciento de inflación de ese mes, en el que el Ejecutivo otorgó solo un 12,5 de aumento.
Asimismo, dispone que la jubilación mínima no debe ser menor al valor de una canasta básica de adulto mayor y que la fórmula de movilidad no puede quedar atada solo al IPC, sino que tiene que contemplar los salarios.
Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, el costo del proyecto aprobado rondaría solo el 0,43 por ciento del Producto Interno Bruto, lo cual los legisladores consideraron un monto razonable.
El mismo fue respaldado por los senadores de Unión por la Patria (UP), la Unión Cívica Radical y varios de Propuesta Republicana, entre otros bloques.
Tras conocerse el resultado de la votación, el vocero de la Casa Rosada, Manuel Adorni, aseveró que “el equilibrio fiscal es absolutamente innegociable”, lo cual se suma a pronunciamientos similares del presidente Javier Milei.
Durante el debate en el Senado, el legislador de UP Mariano Recalde afirmó que el sistema previsional argentino está en crisis y la aprobación de esta ley es un acto de justicia y reparación.
Por su parte, su compañero José Mayans recordó que la situación de siete millones de jubilados es de emergencia, pues no pueden pagar sus medicamentos y Juliana di Tullio acusó a Milei de ser “un degenerado social».
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