El Poeta Nacional Nicolás Guillén no se equivocó al sembrar la semilla de una organización tan importante y necesaria, como la obra que en ella se deposita.
Jornadas artísticas y culturales a lo largo del país homenajearán la efeméride, mientras en la Sala Villena de la Uneac, en esta capital, se honrará con el Premio Dulce María Loynaz al escritor nigeriano Wole Soyinka, Premio Nobel de Literatura.
El autor, primero del continente africano en recibir el prestigioso lauro, en 1986, intervino la víspera en la Conferencia Internacional Nuevas narrativas: memoria, resistencia y reivindicación, en tributo al aniversario 30 del programa de la Unesco sobre la Ruta de las Personas Esclavizadas.
La inauguración de una muestra de carteles de humoristas gráficos miembros de la entidad se sumará al festejo en la Sala Villena, junto a los acordes de la Camerata Cortés.
Se antoja pues, en esta fecha, evocar las palabras del líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, en la clausura del Primer Congreso de escritores y artistas, el 22 de agosto de 1961.
«La unión que aquí ha prevalecido —unión tan firme y tan honda, tan espontánea y tan sincera entre los escritores y artistas; unión que ha hecho que en vez de «Asociación» el organismo se llame Unión— es el producto de ese espíritu de que hablábamos», expresó.
«Ese espíritu de entrega a la causa revolucionaria, esa conciencia del valor de la tarea que a cada cual le corresponde, ese renunciamiento de pasiones, ese renunciamiento de egoísmos, de personalismos y de ambiciones», añadió.
Al término de su discurso, Fidel Castro les deseó a los presentes «que siempre puedan mantener esa ejemplar unión, y que cada día sea más fraternal y más estrecha; les deseamos el mayor éxito como escritores, como artistas, es decir, como creadores, pero sobre todo, como semillas de la patria de mañana».
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