Durante una sesión del Parlamento, el gobernador del BOJ, Kazuo Ueda, valoró la posibilidad de alzar las tasas de interés si la inflación se mantiene en la senda de alcanzar de forma sostenible el objetivo del dos por ciento, algo todavía por verse.
El funcionario fue convocado a explicar la decisión del BOJ de subir las tasas de interés el pasado 31 de julio, cuando la entidad crediticia decidió elevar el objetivo del tipo de interés a un día hasta el 0,25 por ciento desde el 0 al 0,1, ante la prolongada debilidad del yen japonés (moneda nacional).
De esta manera, dio un paso histórico hacia la retirada gradual de una década de estímulos masivos; pues Japón mantuvo tipos de interés demasiado bajos durante unos 30 años, en medio de una deflación persistente.
Las tasas a corto plazo de Japón son muy bajas. Si la economía está en buena forma, subirán a niveles considerados neutrales, declaró Ueda luego de asegurar que la entidad se mantendrá estudiando cómo su decisión del 31 de julio, unida a la volatilidad del mercado, repercute en los precios y las perspectivas económicas.
No hay cambios en la postura básica del BOJ de ajustar el grado de relajación monetaria si se convence de que la evolución económica y de los precios se mueve según lo previsto, sentenció.
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