Además de las bajas entre sus efectivos, el enemigo perdió 69 tanques, 27 vehículos de combate de infantería, 55 blindados de transporte, y 350 carros blindados de combate, destaca el comunicado.
También las tropas rusas destruyeron 158 automóviles, 34 piezas de artillería, 11 sistemas de lanzacohetes múltiples, seis estaciones de guerra electrónica, cinco sistemas de misiles antiaéreos y cuatro vehículos de ingenieros.
La nota agrega que en el último día Kiev perdió en la zona hasta 400 combatientes y 17 blindados, incluido un tanque, dos vehículos de transporte y 14 carros blindados de combate, así como dos piezas de artillería, un sistema de lanzacohetes múltiples, dos morteros y 10 automóviles.
Las Fuerzas Armadas de Rusia atacaron grupos militares ucranianos en alrededor de 10 localidades de la provincia de Kursk: Apanásovka, Alexandría, Víshenka, Gúevo, Mijáilovka, Lubímovka, Málaya Lóknia, Pléjovo, Snágost e Yúzhni.
El pasado 6 de agosto, el ejército ucraniano inició una incursión armada en la provincia de Kursk.
Un alto cargo del Ministerio de Defensa de Rusia, el mayor general Aptí Alaudínov, estima que Kiev implicó hasta 12 mil efectivos en esa ofensiva y que procura enviar refuerzos, aunque se les están agotando.
Los ataques ucranianos dejaron al menos 12 civiles muertos y más de 120 heridos, entre ellos 10 niños, y forzaron a más de 130 mil habitantes de la región a abandonar sus hogares.
El presidente ruso, Vladimir Putin, prometió «una digna respuesta» a la provocación de Kiev, al que acusó de disparar indiscriminadamente contra instalaciones civiles, y reafirmó que Rusia logrará todos los objetivos de su operación militar especial en Ucrania.
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