Los nacionales afectados por el padecimiento “tuvieron que batallar para descansar, cuando la mayoría de los adultos necesitan siete o más horas de sueño diarias para llevar un ritmo de vida saludable”, explicó el organismo citado por el diario Extra.
Unos 160 mil 898 costarricenses, además –según la CCSS- sufrieron desde 2020 esa enfermedad, que puede afectar la memoria y la concentración, y, cuando es crónica, aumenta el riesgo de causar presión arterial alta, cardiopatía isquémica, diabetes y cáncer.
La entidad encargada de garantizar a los ticos el derecho a la seguridad social agregó que, hace cuatro años, reportó 35 mil 742 consultas médicas por insomnio, por lo que los 43 mil 239 pacientes registrados ahora representan unos ocho mil más.
“El no dormir –según la especialista en sueño Liliana Estrada- es pérdida de vida, de expectativa de vida; cuando no dormimos el cuerpo en general está menos atento a células tumorales malignas. El déficit de sueño puede estar relacionado con ciertos tipos de cáncer”.
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