Durante una reunión del Comité Ministerial de Emergencia, el jefe del gobierno en funciones confirmó la realización de contactos diplomáticos con amigos de Líbano para detener la actual escalada militar.
Mikati enfatizó que la prioridad es poner fin a los ataques israelíes e implementar la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU para garantizar la estabilidad y la paz de la nación.
Según reseñó la cuenta en X del gabinete levantino, las partes discutieron la situación en el sur y los servicios de emergencia a nivel de salud, alojamiento, alimentos y combustible y la preparación de las células de socorro en las regiones.
En la consulta, los asistentes abordaron los resultados de las comunicaciones con las organizaciones internacionales pertinentes y de la sociedad civil que colaboran en la implementación del plan de emergencia.
La Resistencia de Líbano (Hizbulah) ejecutó al amanecer su prometida respuesta a la agresión israelí al suburbio sur de esta capital, en medio de la criminalidad sionista y sus pretensiones de ampliar la confrontación.
Desde el ataque a la capital Beirut y el asesinato del líder combatiente Fouad Shukr el 30 de julio pasado, Hizbulah exigió a los preocupados por un escenario peor en la región presionar a Israel para poner fin a la guerra en la Franja de Gaza.
Al anunciar la entrada de una nueva fase en la confrontación contra la guerra israelí-estadounidense en la región, el líder de Hizbulah, Hassan Nasrallah, indicó que Tel Aviv decidió escalar las tensiones con Líbano e Irán, luego de matar el 31 de julio al jefe del Buró Político de Hamas, Ismail Haniyeh, en Teherán.
A la luz de los contactos diplomáticos y las visitas de delegaciones occidentales y árabes, Israel mantuvo su persistente hostilidad, asesinó a civiles, paramédicos y combatientes palestinos y libaneses en sus bombardeos contra poblados en el sur y el este de Líbano.
Los aviones israelíes intimidaron a la población al sobrevolar la capital en varias ocasiones y lanzaron municiones de fósforo blanco, prohibidos internacionalmente, sobre localidades sureñas.
En este escenario, Hizbulah rechazó un alto al fuego en el sur del país sin lograrlo en Gaza, al renovar la posición de la Resistencia de entrar en la epopeya Diluvio de Al-Aqsa en el camino de la liberación y la independencia.
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