Las grandes ganancias del contrabando de estupefacientes permiten a las bandas y organizaciones responsables de esos crímenes usar naves confortables y difíciles de detectar por los medios al alcance de las autoridades, añadió la publicación.
La Nación recordó la captura por agentes locales el 11 de agosto, a 128 kilómetros de Cabo Matapalo en la costa suroeste del océano Pacífico, de una lancha semisumergible “habilitada con una tecnología más avanzada de lo habitual”.
El equipamiento de la embarcación –agregó el diario- incluía sistemas para hundirla ante el riesgo de ser capturados sus ocupantes, además de una ventilación especial para la oxigenación de los tripulantes durante su trayecto.
La operación, que capturó a un ecuatoriano y dos colombianos, y decomisó dos mil 180 kilos de cocaína, develó el considerable avance tecnológico desarrollado por los narcos desde noviembre de 2006, cuando el país decomisó su primer semisumergible a bandas regionales. El Ministerio tico de Seguridad confiscó desde entonces 31 de estas embarcaciones para el narcotráfico, junto a 19 toneladas de droga a bordo de semisumergibles, y detuvo a decenas de tripulantes, principalmente en la costa del Pacífico, zona que registró 26 de los decomisos en que operaron los agentes.
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