Consideró que esta medida se podría hacer efectiva siempre que la inflación se aproxime a su objetivo del dos por ciento a finales de 2025.
Reiteró que mientras la senda siga convergiendo hacia una inflación del dos por ciento a finales del año mencionado o antes, se sentirá cómodo levantando gradualmente el pie del freno.
Dijo que tendrá que esperar a disponer de todos los datos y la información de cara a esa situación para decidir su postura sobre si septiembre es apropiado para examinar el curso de las decisiones del BCE.
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