El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) circuló las fotografías de los presuntos tiradores vinculados al triple homicidio del 24 de agosto, que incluyó a un hombre identificado con el alias de “Popeye”, al que los agentes consideran como el presunto líder de la banda criminal.
La fémina gestante -describe la televisora- estaba en la tarde de ese día celebrando un cumpleaños en casa de su madre junto a su hijo y su pareja, cuando varios hombres les dispararon varias veces y les causaron a ambos la muerte, mientras el menor falleció este martes en el Hospital Nacional de Niños.
El adolescente intentó proteger a su mamá de las balas y cayó herido por los tiradores, identificados como Jonathan Pérez Méndez, Jordy Pérez Sánchez y Eddy Martínez Angulo, a quienes la OIJ relaciona “con un grupo dedicado a la venta de drogas y al robo de armas”.
Agentes de ese cuerpo realizan allanamientos junto a otros cuerpos policiales en el cantón central de Limón, así como en La Cruz de la noroccidental provincia de Guanacaste, en busca de una banda vinculada al crimen del sábado e integrada por unas 30 personas.
La diligencia policial en desarrollo, entre cuyos objetivos figura una célula del líder criminal Alejandro Arias Monge, (alias “Diablo”), acumula hasta el momento unos 20 detenidos, en medio de una crisis de seguridad denunciada por medios políticos y de prensa y sectores sociales.
Por su parte, el director del OIJ, Randall Zúñiga, declaró que cabecillas de bandas criminales presos en las cárceles siguen ordenando desde allí los asesinatos, que ya suman unos 560 en lo que va de año.
Los homicidios son coordinados mediante el teléfono por líderes del crimen organizado que “purgan condenas de 20, 30 o 50 años”, añadió el funcionario en declaraciones a la estación Extra Radio.
El ingreso de teléfonos celulares a los calabozos –explicó- permite transmitir desde prisión esos mandatos para matar a quienes ellos decidan, como los 13 asesinados en los últimos días, según el OIJ, todos ellos ligados con ajustes de cuentas y sicariato (asesinato por encargo).
Las empresas aplican inhibidores de señal celular para cuando las llamadas son nacionales, pero los criminales emplean desde la cárcel chips o tarjetas de otros países con roaming, servicio que permite usar móviles en otros Estados y realizar y recibir llamadas mensajes y navegar por internet.
Zúñiga citó también como ejemplo de esos mandatos criminales los tres asesinatos ocurridos en el cantón de La Unión, provincia central de Cartago, atribuido a un grupo criminal ya desarticulado, así como otros ocurridos en el sur de San José.
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