“Las órdenes de evacuación masiva son las últimas de una larga lista de amenazas insoportables para el personal humanitario y de las Naciones Unidas”, denunció este martes un comunicado de Gilles Michaud, secretario general adjunto de Seguridad y Vigilancia del organismo.
El alto funcionario denunció las medidas dictadas por las Fuerzas de Defensa de Israel, que el fin de semana obligaron a más de 200 miembros del personal de las Naciones Unidas a abandonar sus oficinas y lugares de residencia en Deir Al Balah, un centro humanitario crucial.
“Al igual que la mayoría de los palestinos en Gaza, nos estamos quedando sin espacios seguros para nuestro propio personal”, alertó Michaud.
El subsecretario reconoció que el momento no podría ser peor en medio de los preparativos para la campaña contra la polio impulsada por Naciones Unidas, lo que demandará la entrada de un gran número de personal a la Franja.
“Las acciones de las Fuerzas de Defensa de Israel este fin de semana agravan las amenazas de seguridad existentes y afectan gravemente el ritmo al que podemos prestar asistencia de manera segura”, agregó el funcionario.
Una jornada antes, la ONU previó una posible pausa en sus operaciones al advertir riesgos sin precedentes para continuar su labor a causa de las órdenes de evacuación.
Las nuevas medidas para desalojar Deir al Ballah, en el centro de la Franja, dejan muy pocas opciones para el trabajo de Naciones Unidas tras varias reubicaciones anteriores, aunque no significan su suspensión, aseguró a la prensa un funcionario.
El representante, que pidió mantener el anonimato, dijo que el personal del organismo opera “al máximo nivel” y superan cada vez más los límites impuestos por la ofensiva iniciada el 7 de octubre.
“La situación humanitaria allí es tan terrible que no tenemos otra opción que superar los límites en cuanto a la aceptación de riesgos”, agregó.
De conformidad con el derecho internacional humanitario, la capacidad para brindar asistencia depende de la responsabilidad de las partes en conflicto de hacer todo lo que esté a su alcance para mantener seguros a nuestros colegas, remarcó por su parte Michaud.
El representante reiteró el llamado a respetar el derecho internacional y sus compromisos en virtud de la Carta de las Naciones Unidas para garantizar la seguridad y la protección del personal y las instalaciones de las Naciones Unidas.
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