Hace pocos días por decisión de una juez, el caso de los cuatro periodistas holandeses emboscados y asesinados por una patrulla del Batallón Atonal de la Fuerza Armada el 17 de marzo de 1982 en Santa Rita, Chalatenango, pasó a la etapa de juicio para la realización de la vista pública.
Oscar Pérez, presidente de la Fundación Comunicándolos, y un activo defensor para que se haga justicia dijo en declaraciones a Prensa Latina que es el primer caso del informe de la Comisión de la Verdad que llega a juicio y donde exaltos mandos militares serán juzgados por todos estos crímenes de lesa humanidad. “Además, puntualizó, será un caso que puede empujar a los demás que también son crímenes de lesa humanidad y que están demandando verdad y justicia”.
La resolución de la magistrada genera mucha esperanza en las familias de los periodistas y en gran parte del pueblo de los Países Bajos que siguen el proceso, pues las heridas se mantienen abiertas desde marzo de 1982 y necesitan cerrarlas, agregó. Por ello, dijo, el Estado salvadoreño desde hace 42 años se mantiene en deuda con las víctimas de los Países Bajos y también de El salvador.
Pérez destacó la importancia de los pronunciamientos de la jueza que planteó en su resolución que hay suficientes pruebas para incriminar a los acusados y que no existe ningún argumento con vistas al sobreseimiento.
Un informe de prensa de la Fundación Comunicándonos, informó de la decisión contra el exministro de Defensa, José Guillermo García, al exdirector de la Policía de Hacienda, Francisco Antonio Morán y al excomandante de la 4ta. Brigada de Infantería con sede en El Paraíso, Chalatenango, coronel Mario Adalberto Reyes Mena.
Este es un avance significativo e histórico en búsqueda de la verdad y justicia por las graves violaciones de a los derechos humanos cometidos durante el conflicto armado en El Salvador, indicó el documento de la Asociación Salvadoreña por los Derechos Humanos (ASDEHU), junto con la Fundación Comunicándonos, emitido el 22 de agosto.
Koos Koster, Jan Kuiper, Hans ter Laag y Joop Willemsen realizaban un documental sobre la guerra, cuando fueron emboscados y asesinados mientras se dirigían a una entrevista con guerrilleros y eran acompañados por dos guías salvadoreños, uno de los cuales sobrevivió y contó sobre los hechos.
La decisión del juzgado de Dulce Nombre de María es «un hito histórico en la búsqueda de la verdad y la justicia para las víctimas y sus familias».
Según Pérez, la magistrada mandó a que el general García y el coronel Morán se mantengan en detención provisional con vigilancia policial y que se acelere el proceso de extradición del coronel Reyes Mena, quien reside en Estados Unidos.
La víspera un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Países Bajos celebró este “gran paso” hacia la justicia. “El asesinato de los cuatro reporteros no puede quedar impune. Estamos gradecidos con las autoridades y con las organizaciones que han hecho esto posible”.
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