La nueva campaña iniciada esta madrugada en la Ribera Occidental es la continuación de la guerra general contra nuestro pueblo y su tierra, afirmó el funcionario en un comunicado.
Aseguró que el ataque representa una escalada peligrosa, por lo cual, dijo, tanto Israel como Estados Unidos, que le brinda protección y apoyo, son responsables de sus consecuencias.
Rudeina denunció la destrucción de ciudades, el asesinato de ciudadanos, los arrestos masivos y la política de colonización.
Esas acciones no traerán seguridad y estabilidad a nadie, al contrario, todos pagarán el precio, alertó.
Ante esa situación, reclamó a la comunidad internacional y en especial a Washington detener a su aliado.
“El mundo debe adoptar medidas inmediatas y urgentes para frenar a este Gobierno extremista que representa una amenaza a la estabilidad de la región y el planeta”, apuntó.
Por su parte, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Expatriados palestinos anunció este miércoles que inició una ronda de contactos urgentes para intentar detener la agresión israelí en los territorios ocupados.
Con ese objetivo, la Cancillería informó que instruyó a sus misiones diplomáticas “a intensificar las acciones para exponer las violaciones de la ocupación”.
Al filo de la medianoche, las Fuerzas de Defensa de Israel comenzaron una masiva operación en Cisjordania, con epicentro en las norteñas gobernaciones de Tulkarem y Jenin, que causó hasta el momento 11 muertos y decenas de heridos.
Según medios de prensa de esa nación, en la campaña participan drones, helicópteros, unidades de inteligencia, cientos de soldados y vehículos blindados, incluidas numerosas excavadoras.
También se reporta la entrada de los militares en localidades como Jamain, Beit Fajar, Al Yamoun, Tubas, Nablus, Salem y Qalquilia, así como en los campamentos de refugiados de Al Faraa, Jenin y Nur al Sham.
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