Según los reportes oficiales, los temblores fueron de entre 3,8 y 4,9 grados en la escala de Richter y todos se ubicaron frente a las costas del departamento de La Libertad, donde se localizó el epicentro del potente movimiento telúrico del miércoles.
Las autoridades siguen vigilantes, si bien descartaron de momento la amenaza de tsunamis y no hay registros de afectaciones. El ministro de Gobernación, Juan Carlos Bidegain, informó que las instituciones del Sistema Nacional de Protección Civil realizan un monitoreo a nivel nacional para confirmar la situación tras el impacto de terremoto, pues El Salvador es uno de los países del mundo con alta actividad sísmica debido a su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico.
El temblor de ayer tuvo su epicentro a 33 kilómetros de profundidad y se sintió en zonas de otros países de Centroamérica.
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