Izquierdo murió la noche del martes tras cinco días internado en un hospital de Sao Paulo, luego de sufrir un infarto y complicaciones neurológicas durante un partido eliminatorio de la Copa Libertadores. Su deceso provocó múltiples reacciones de duelo en el mundo futbolístico, político y social nacional, y también de clubes y jugadores de otros países.
Los restos del atleta viajaron a su patria en un avión enviado por el gobierno uruguayo y otro transportó a sus familiares.
Nacional decretó cinco días de luto e informó que el velatorio tendrá lugar hoy en la sede del club durante dos horas.
El fallecimiento de Izquierdo coincidió con un comunicado de la Conmebol sobre sanciones a futbolistas de la celeste por incidentes ocurridos en las gradas durante el partido contra Colombia por la semifinal de la Copa América que se jugó el mes anterior en Estados Unidos.
Para el candidato presidencial del Frente Amplio, Yamandú Orsi, resultó inoportuno el anuncio de los castigos al fútbol nacional cuando llora a uno de sus atletas.
«¿Era hoy el día y el momento para notificar las sanciones contra los jugadores de la selección uruguaya? Ni empatía ni respeto. Claramente atributos que no abundan entre los que asesoran a la Conmebol, uruguayos incluidos», expresó Orsi.
La Conmebol sancionó al delantero Darwin Núñez con cinco partidos de suspensión, a Rodrigo Bentancur cuatro, Mathías Olivera, Ronald Araujo y José María Giménez tres cada uno.
Los castigos incluyen multas económicas, que sumadas a las que recibió la Asociación Uruguaya de Fútbol ascienden a 122 mil dólares. Uruguay tendrá pronto compromisos con Venezuela y Paraguay para la clasificación al Mundial de 2026, con bajas sensibles en sus filas.
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