Ante los desafíos e incertidumbres actuales en el sector, el presidente de la primera entidad, Raúl Bouscayrol, consideró clave involucrar al gobierno, empresas, comunidades y sociedad civil para alcanzar consensos y establecer un marco regulatorio.
La minería representó el 0,6 por ciento del producto interno bruto nacional en 2022, pero en su mejor momento, hace alrededor de 10 años, llegó a representar el 1,6, acotó la autoridad.
“Esto significa que pasó de representar una producción de siete mil millones de quetzales (poco más de 897 millones de dólares) hace 10 años a dos mil millones (alrededor de 256 millones de dólares) más recientemente”, acotó.
Ello, añadió, a pesar de que esta actividad productiva fue un catalizador para el desarrollo de otras industrias al crear un efecto multiplicador que beneficia a toda la economía.
El 2024 resulta especialmente complicado para el sector, debido a la incertidumbre jurídica, los conflictos sociales y la falta de aprobaciones, expresó Bouscayrol, citado por el diario Prensa Libre.
Recordó estimaciones divulgadas el pasado año que indicaron que con las minas activas de oro, plata y níquel el rubro podría contribuir para el 2027 con aproximadamente el 1,33 por ciento del PIB, más los aportes al Estado y la generación de unos 39 mil empleos.
El presidente de la Grenat, Roberto Morales, llamó, por su parte, especialmente desafiante este año para la industria porque hay incertidumbre con cuatro proyectos detenidos, “esperando señales claras de apoyo y reactivación”.
La falta de acción y estancamiento en la toma de decisiones creó un ambiente complicado tanto para las empresas mineras, como para las comunidades, remarcó.
La directora ejecutiva de Grenat, Valery Zurita, mencionó el proyecto El Escobal de Pan American (antes San Rafael), ubicado en el departamento de Santa Rosa, que cuenta con reservas de plata.
Aún está pendiente la finalización del proceso de consulta comunitaria y que el Estado proporcione un cronograma actualizado, explicó.
En relación con el de la mina Cerro Blanco, para explotación de oro, ubicada en Asunción Mita, Jutiapa, “la ministra de Ambiente dio a conocer recientemente la revocatoria a la licencia para operar a cielo abierto que la empresa supuestamente recibió en enero”, describió.
Aparte –amplió- están los procesos para reactivar Maya Níquel, la Compañía Guatemalteca de Níquel y la Compañía Procesadora de Níquel de Izabal.
Autoridades originarias de Guatemala exigen, en cambio, a la cartera encargada el cese de licencias a las mineras. jha/znc
