El primer cetro de la nación sudamericana lo obtuvo Lemos, en la categoría F38, para atletas de campo que tienen la coordinación y el movimiento muy poco limitados de la parte inferior del torso y de las piernas, en un lado o en todo el cuerpo.

Lemos consiguió una marca de 63,81 metros, récord mundial, para relegar al ucraniano Vladyslav Bilyi, segundo, con 52,86, y al chino An Dongqua, tercero (51,97).

Más tarde, Castaño alcanzó la segunda presea dorada de los colombianos al imponerse en la final del disco femenino, categoría F55, para los atletas de campo que tienen el movimiento muy limitado de las piernas, o la ausencia de extremidades, con 26,70 metros

A Castaño la escoltaron la china Dong Feixia con 26,67, primado para Asia, y la mexicana Rosa María Guerrero (25,81).

La delegación de Brasil sumó un cetro y una presea de bronce con Julio Cesar Agripino en los cinco mil metros del atletismo, T11, para deportistas que tienen una discapacidad visual casi total, y Yeltsin Jacques en la misma prueba.

Agripino logró el éxito con cota universal de 14:48.85 minutos, seguido por el japonés Kenya Karasawa (14:51.48, récord asiático) y Jacques (14:52.61).

Argentina ganó su primera presea en la cita parisina con la bronceada de Antonella Ruiz en la bala femenina F41, para los atletas de campo de baja estatura, con registro de 9.58 metros.

El título correspondió a la tunecina Raua Tlili con marca de 10.40 metros y el subcampeonato, a la uzbeka Kubaro Khakimova (10.36).

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