Los oficiales kenianos son hermanos y podemos evitar cualquier confrontación que conlleve a la pérdida de vidas en ambos bandos, expresó el jefe de Vivamos Juntos para el programa Emergencias panafricanistas amplificado aquí por el diario digital Haití Libre.
Barbecue criticó a Estados Unidos, Francia y Canadá por utilizar a la Comunidad del Caribe para imponer un gobierno en Haití que únicamente protegerá sus propios intereses. El expolicía recordó que los países occidentales y los oligarcas haitianos son los gestores de la violencia que se vive actualmente en Haití.
En junio pasado, Barbecue, calificó de invasores a los soldados de Kenya y sus hombres estaban dispuestos a enfrentarlos.
Barbecue propuso un diálogo con el Gobierno como un primer paso para pacificar el país, también pidió al Ejecutivo crear políticas públicas que beneficiaran a la clase obrera.
El primer ministro de transición de Haití, Gary Conille, reaccionando a la petición, respondió que las pandillas deben primero deponer las armas y reconocer la autoridad del Estado, sin hacer referencia a cualquier tipo de trato con los bandoleros.
Bajo este escenario, Barbecue viralizó un video en el se mostraba dispuesto a enfrentar a las tropas foráneas, dejando evidentemente sin efecto su intención de dialogar.
Advirtió a las tropas extranjeras que iban a derramar su sangre en Haití. La amenaza fue dirigida a la Misión Multinacional de Apoyo a la Policía Nacional de Haití (PNH), liderada por Kenya que el 25 de junio llegó con 400 efectivos, de mil que enviará Nairobi, pero hasta ahora solo están presentes 600, tras sumarse 200 hombres más.
Kenya junto a otras naciones y la PNH intentarán pacificar la nación caribeña, bajo la supervisión de Estados Unidos.
Citado por el diario digital Haití Libre, Barbecue aseguró que las pandillas se preparan para una larga lucha, y antes que los venza el cansancio y anuncien su retirada las fuerzas internacionales van a derramar mucha sangre.
Según Barbecue, su coalición libra una batalla para liberar a Haití de las garras de los políticos tradicionales y los oligarcas corruptos.
A la PNH, le dijo: nadie puede asustarnos, hacernos creer que nos van a echar de nuestro país. Somos los hijos de Dessalines.
«No estamos haciendo una revolución pacífica, estamos haciendo una revolución sangrienta», sentenció el expolicía, quien responsabilizó a Estados Unidos, Canadá y Francia de un baño de sangre en Haití.
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