Las fuentes indicaron que la acción tuvo como blanco a la base del Pentágono establecida en las instalaciones del campo gasífero de Koniko en el norte de la provincia de Deir Ezzor, ubicada a unos 450 kilómetros al nordeste de Damasco.
La red de noticias “Deir Ezzor One” indicó que el ataque causó daños en un garaje de vehículos Bradley y una instalación de defensa antiaérea Patriot.
Asimismo, se observaron helicópteros estadounidenses volando cerca de las líneas de contacto con las unidades del ejército sirio, y abrieron el fuego de sus ametralladoras pesadas contra zonas que rodean el enclave.
Por otro lado, se reportó que dos aviones militares de transporte de las fuerzas de ocupación estadounidenses aterrizaron en la base de Al-Jabsa, en el sur de la provincia de Hasakeh, procedentes del norte de Iraq, y trajeron equipos y suministros bélicos.
A medianos de este mes, el Comando Central de Estados Unidos (Centcom) reconoció un similar ataque contra su Centro de Apoyo a la Misión Éufrates en la misma base.
Washington mantiene unas 15 instalaciones ilegales en territorio sirio sin el consentimiento del Gobierno de Damasco ni la aprobación de las Naciones Unidas.
Siria denunció repetidamente esta presencia, la que calificó de ocupación, y aseguró que la actuación de los militares estadounidenses en el territorio nacional incentiva la actividad terrorista y apunta a desestabilizar al país y saquear sus riquezas.
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