En un discurso con motivo del 46 aniversario de la desaparición del político y erudito Musa al-Sadr y sus compañeros Mohammad Yaacoub y Abbas Badreddine, Berri refrendó el deber de apoyar a Gaza y al legítimo derecho palestino.
A propósito, el también jefe del movimiento chiita Amal (Brigadas de Resistencia Libanesa) subrayó la necesidad de detener la masacre israelí sobre las arenas de Gaza, «que se han convertido en fosas comunes».
En este sentido, el político de 86 años aseguró que apoyar a Gaza y Palestina «es una prueba para la humanidad en sus intenciones, para los árabes en su arabismo, para los musulmanes en su Islam, y para los cristianos en su cristiandad».
La máxima figura de la unicameral legislatura indicó que el éxito en esta confrontación solo se logra intensificando la resistencia al proyecto sionista racista por todos los medios disponibles, incluyendo las armas.
El titular del Legislativo manifestó que el gobierno de Benjamín Netanyahu obstaculiza cualquier intento de detener esta guerra, que no tiene precedentes en la historia moderna.
A juicio de Berri, el primer ministro Netanyahu practica la doctrina de matar a los no judíos, que proporciona la base ideológica para el genocidio del pueblo palestino.
En este punto, agregó que la guerra racista del gobierno israelí contra Gaza es un intento descarado de imponer nuevas realidades geográficas en la región.
Sobre este tema, reiteró: «si Gaza cae, será una caída estrepitosa para la nación en su seguridad nacional, cultura, historia y fronteras geográficas».
En esta misma línea, consideró que el gabinete de Netanyahu busca dividir la región para que «Israel» sea la entidad más fuerte.
Respecto a los ataques contra el sur del país, Berri manifestó que no son solo incidentes, «sino una agresión israelí completa».
A propósito, agradeció a todos los ciudadanos que abrieron sus corazones y hogares a los habitantes del sur.
El presidente del Parlamento llamó al Gobierno a abandonar los gestos superficiales y proporcionar los suministros básicos necesarios para los desplazados de las localidades sureñas.
Al mismo tiempo, reafirmó el compromiso con los términos de la Resolución Internacional 1701 y su aplicación literal, y «la única parte que debe ser obligada a cumplir con esta normativa es Israel».
En medio del vacío de poder, Berri aseguró que el mérito presidencial es un asunto interno y no tiene relación con el curso de la agresión israelí contra la nación levantina.
Sobre la verdad detrás de la pérdida de al-Sadr y sus colegas Yaacoub y Badreddine, la autoridad libanesa sentenció: «no hay negociación, intercambio o acuerdo, excepto con el regreso del Imam al-Sadr y sus dos compañeros.
Líbano evocó este sábado a Moussa al-Sadr y sus acompañantes, quienes desaparecieron el 31 de agosto de 1978 durante una visita oficial a Libia por invitación del difunto presidente Muhammar al-Gadafi.
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