Ucrania nunca discutió con la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) sus planes de una ofensiva contra la región de Kursk. La alianza atlántica no jugó ningún papel, declaró Stoltenberg al diario Welt am Sonntag.
Varios medios de prensa estadounidenses y europeos ofrecieron en su momento detalles de la participación de varios generales occidentales en la dirección de la ofensiva lanzada a principios de este mes contra Kursk.
La prensa rusa señala que, en la operación, con más de 10 mil uniformados y decenas de vehículos blindados, sistemas coheteriles y piezas de artillería suministradas por Occidente, la OTAN facilitó a Kiev miles de imágenes de satélite en apoyo a esa acción.
Al mismo tiempo, el secretario general de la OTAN consideró que los soldados rusos, los tanques y las bases militares son “objetivos legítimos”.
Moscú informó sobre casi un centenar de fallecidos civiles durante la ofensiva en Kursk, mientras que las tropas ucranianas causaron decenas de muertos entre la población de la región fronteriza rusa de Bélgorod, incluidos cinco en las últimas 24 horas.
Stoltenberg reconoció que la ofensiva ucraniana en Kurk tenía sus riesgos, después de informar el ministerio ruso de Defensa de la eliminación de más siete mil 500 efectivos ucranianos o mercenarios en esa región rusa.
El 24 de febrero de 2022, el presidente Vladimir Putin ordenó una acción bélica para proteger a la población de la sublevada región hullera del Donbás, que denunció ocho años de genocidio por parte de Kiev.
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