Con sus acciones, ella, al igual que otros pseudoperiodistas occidentales dispuestos a participar en las “giras de prensa” terroristas del ejército ucraniano en territorio ruso, ha descartado la posibilidad de entrar legalmente en nuestro país, indicó el ente diplomático en su página oficial de Telegram.
La nota recuerda que Philp llegó a Sudzha acompañada de las fuerzas invasoras y violó así burdamente las normas de trabajo de los periodistas extranjeros en el territorio de Rusia.
El organismo diplomático calificó el artículo, que la reportera escribió tras su viaje a Sudzha, de «muestra de la calumniosa propaganda bélica de Kiev».
La portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, declaró con antelación que cada caso de entrada ilegal de la prensa occidental en la provincia de Kursk se tratará por separado, y advirtió que eso se refiere a los periodistas de todos los países.
El 22 de agosto, el Servicio Federal de Seguridad de Rusia abrió una causa penal en virtud del párrafo 3 del artículo 322 del Código Penal ruso contra el periodista estadounidense Nick Paton Walsh y dos reporteras ucranianas Olesia Borovik y Diana Butskó por cruzar ilegalmente la frontera en Kursk.
Antes, en virtud del mismo artículo, se abrió una causa penal contra los periodistas italianos Simone Traini y Stefania Battistini.
El pasado 6 de agosto el ejército ucraniano inició una incursión armada en la provincia de Kursk y ocupó varias áreas. Según los últimos datos del Ministerio de Defensa ruso, Ucrania perdió más de siete mil 800 militares en lo que duran las hostilidades en la línea de operaciones de Kursk.
El presidente ruso, Vladímir Putin, dijo que Kiev emprendió una provocación y abre fuego indiscriminadamente, en particular contra instalaciones civiles, y declaró que el adversario recibirá «una digna respuesta».
En la provincia de Kursk y también en las de Bélgorod y Briansk, limítrofes con Ucrania, se decretó el régimen de operación antiterrorista, con el fin de garantizar la seguridad de los ciudadanos.
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