La apertura de la inmensa estructura de 52 metros de altura fue dedicada a la paz, tanto en Siria como en todo Oriente, y contó con la participación de figuras oficiales y religiosas.
El monumento, que está coronado por una estatua blanca de la virgen María, de ocho metros de altura, fue iniciativa del emigrante sirio Khalil Michel Nakad, quien contó con el apoyo de los más de cuatro mil habitantes de Al-Hawash y las autoridades locales y eclesiásticas.
Nakad explicó que la idea comenzó a crecer día a día a partir de 2014, y agregó que en los alrededores de la instalación se sembraron unas 12 mil plantas de rosas, todo lo cual convierte al lugar en un sitio turístico y religioso para Siria y la región.
También, el complejo cuenta con una iglesia de estilo bizantino con capacidad para unas 300 personas, una gran explanada, una sala polivalente, aparcamiento, un centro de recepción de visitantes y la torre.
El responsable de la implementación del proyecto, el arquitecto Shafiq Darwish, afirmó que el mismo enfrentó varias dificultades, las cuales fueron superadas gracias a la voluntad y determinación de los participantes, y precisó que el objetivo de la obra es estimular el turismo religioso y revitalizar económicamente la zona.
La ceremonia de apertura incluyó recitales musicales, fuegos artificiales, así como oraciones por la paz y el bienestar del pueblo sirio, que enfrenta una guerra desde hace más de 13 años.
(Tomado de Orbe)
