La primera fase transcurrió del 16 al 19 de mayo de este año y la segunda del 28 al 30 de junio, durante las cuales millones de niños entre cero y cuatro años de edad recibieron la dosis del inmunógeno.
De acuerdo con el reporte de la TPA, en la tercera ronda todos los infantes vacunados en las fases anteriores igualmente deberán recibir la dosis correspondiente de la vacuna, por lo que exhortaron a los padres a llevarlos al centro de salud más cercano, en caso de que los funcionarios no lleguen a sus domicilios.
Angola detectó este año la presencia del poliovirus de tipo 2 derivado de la vacuna (PVDV2) en muestras ambientales de aguas residuales recogidas por el sitio de vigilancia de la poliomielitis ubicado en la centralidad de Sequele, municipio de Cacuaco, en Luanda.
El patógeno fue confirmado por el Laboratorio de Referencia de la Organización Mundial de la Salud en Sudáfrica el pasado 25 de enero y, según la secuenciación genética, tiene vínculos con un virus de la polio notificado en la República Democrática del Congo, concretamente en la provincia de Kasai Oriental.
El Ministerio de Salud igualmente dio a conocer que el 27 de febrero se confirmó en otro sitio de muestreo de vigilancia ambiental de la poliomielitis la presencia del virus, esta vez en el municipio de Huambo, en la provincia de igual nombre, y la secuenciación genética precisó su relación con el detectado en Luanda.
Ante esas alertas se adelantó en mayo la primera etapa de la vacunación contra la poliomielitis, una enfermedad altamente contagiosa ocasionada por el virus del mismo nombre, que en uno de cada 200 casos destruye partes del sistema nervioso, ocasionando la parálisis permanente en piernas o brazos.
La segunda y tercera etapas fueron concebidas para reforzar la inmunidad y alcanzar a quienes pudieron quedar fuera de la vacunación.
La poliomielitis puede atacar las zonas del cerebro que ayudan a respirar, lo que puede causar la muerte de los pacientes.
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