Aún con algunos procedimientos pendientes de la ampliación aprobada para el del presente año, el Legislativo después que reciba la nueva propuesta tendrá hasta el 30 de noviembre venidero para conocerla.
El ministro de Finanzas, Jonathan Menkos, detalló que se trata del primero elaborado por la actual administración y que está “muy vinculado al cumplimiento de las grandes metas en materia de bienestar social y de crecimiento”.
Precisó que se daría una asignación y redistribución a ministerios como Educación, Salud y Gobernación y al eje de protección social, así como más recursos para la parte de infraestructura.
Esto último es algo muy sentido por la sociedad, porque no solo afecta la movilidad, sino también el comercio y la industria, aseveró el funcionario.
Según un informe adelantado el pasado mes por la cartera de Finanzas, Educación lideraría con un techo preliminar de 25 mil 650 millones de quetzales (más de tres mil 200 millones de dólares), seguido de Salud con 15 mil 200 millones de quetzales (por arriba de mil 900 millones de dólares).
Las otras instituciones con mayor carga presupuestaria serían Comunicaciones, 10 mil 68 millones de quetzales (más de mil 290 millones de dólares), Gobernación ocho mil 220 millones (poco más de mil millones de dólares) y Defensa tres mil 860 millones (casi 500 millones de dólares).
Finanzas de Guatemala estrenó el presente ejercicio fiscal con el presupuesto aprobado para 2023, de 116 mil 130,6 millones de quetzales (casi mil millones de dólares) debido a una orden de la Corte Constitucional.
El alto tribunal decidió suspender el dictado por el Congreso el 30 de noviembre del año pasado por una serie de irregularidades en el análisis para su validación.
El entonces presidente electo, Bernardo Arévalo, señaló que la responsabilidad constitucional de los diputados era proteger y servir a la nación, pero eligieron el camino de corrupción y traición a su patria.
El presupuesto para 2024 dejaba al mandatario entrante con las manos atadas, ya que estaba plagado de candados a partir de los cuales debía pedir constantemente aprobaciones al Parlamento.
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