Uno de los incidentes ocurrió en las afueras de una cancha deportiva, cuando varios sujetos armados llegaron a bordo de una tricimoto y empezaron a disparar contra un grupo de personas que se encontraban reunidas allí.
El repunte de violencia en esa urbe de la provincia costera de Guayas tiene lugar en medio del estado de excepción renovado la pasada semana por el presidente Daniel Noboa en esa localidad y en otras cinco provincias y un municipio donde persiste la inseguridad.
Mediante el Decreto Ejecutivo 377, el mandatario prorrogó la medida “por grave conmoción interna” en Guayas, Los Ríos, Manabí, Orellana, Santa Elena, El Oro y en el cantón Camilo Ponce Enríquez, provincia de Azuay.
De acuerdo con el gobernante andino, la nueva declaratoria de estado de excepción permitirá reforzar las estrategias y medidas implementadas por la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas para precautelar la seguridad ciudadana e integral; así como el orden público y la protección interna.
Noboa también determinó que se mantenga el toque de queda establecido el 8 de agosto pasado en 19 cantones y una parroquia.
Sin embargo, aunque el Ejecutivo asegura que el número de muertes violentas disminuyó con esas medidas, la criminalidad aumentó este año en ocho provincias de Ecuador.
En Ecuador, rige desde enero la declaratoria de conflicto armado interno, disposición con la cual Noboa busca frenar la inseguridad y el crimen organizado. A propósito, la persistencia de la crisis de seguridad es el motivo principal por el cual la ministra del Interior, Mónica Palencia, será enjuiciada políticamente en la Asamblea Nacional (Parlamento), aunque ella solicitó aplazar el proceso bajo el amparo de una orden judicial que el legislativo se negó a cumplir.
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