En la plaza frente al Palacio, el máximo representante católico fue recibido por el presidente de la República, Joko Widodo, con quien sostuvo luego una reunión.
Un grupo de niños interpretó una danza de bienvenida al pontífice que arribó la víspera a esta capital, con la aspiración de reunirse con autoridades del gobierno, representantes religiosos y ofrecer una misa ante 80 mil personas en el estadio Gelora Bung Karno.
El alto líder del catolicismo aprovechó la ocasión para saludar al cuerpo diplomático del país en el primer encuentro oficial de su viaje al país con mayor población musulmana del mundo.
Después de la reunión presidencial, Francisco se pronunció a favor el respeto mutuo de las particularidades culturales, étnicas, lingüísticas y religiosas específicas, de todos los grupos humanos que componen Indonesia, por ser fuentes de unidad y orgullo de su pueblo.
El papa criticó el surgimiento, a menudo, de conflictos violentos en diversas regiones del planeta como resultado de la falta de respeto mutuo, del deseo intolerante de hacer prevalecer a toda costa los propios intereses, la propia posición o la propia visión parcial de la historia.
Por esta razón, abogó por la armonía en el respeto a las diferencias, sean culturales, ideológicas o de otro tipo; exhortó a priorizar el servicio al bien de todos, crear sinergias y promover la paz.
El sumo pontífice resaltó la importancia de contrarrestar el extremismo y la intolerancia, que intentan imponerse mediante el engaño y la violencia basados en tergiversaciones de la religión.
Hasta el 6 de septiembre, el obispo de Roma estará participando en una serie de actividades en Yakarta, adonde llegó acompañado de una delegación vaticana, 75 periodistas y el característico personal de seguridad.
Indonesia es el primer destino de la gira del papa por Asia, que le llevará luego a Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
oda/msm
