Un comunicado de prensa calificó de atroz el suceso que dejó al menos seis víctimas fatales y una docena de heridos como consecuencia de una explosión suicida en el barrio de Qala Bakhtiar, en el suroeste de Kabul.
El órgano ratificó al terrorismo como una de las amenazas más graves a la paz y la seguridad de Afganistán y del mundo.
Al mismo tiempo insistió en la necesidad de exigir responsabilidades a los autores, organizadores, financiadores y patrocinadores de estos actos reprensibles de terrorismo y llevarlos ante la justicia.
Los miembros del Consejo instaron a los estados miembros de la ONU a cooperar activamente con todas las autoridades competentes tras el hecho, de conformidad con sus obligaciones en virtud del derecho internacional y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad.
Todos los actos de terrorismo son criminales e injustificables, independientemente de su motivación, dondequiera, cuandoquiera y por quienquiera que sean cometidos, afirmaron.
El grupo yihadista Estado Islámico reclamó el martes la autoría del atentado y afirmó que «decenas» de talibanes murieron o resultaron heridos en el ataque, lo que contradice las cifras divulgadas por las autoridades de facto.
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