Se trata de ruedas que cambian de grado de rigidez a conveniencia y en tiempo real, lo que les posibilita modificarse y adaptarse mejor a los desniveles abruptos del terreno a los que se enfrentan en su camino.
Los creadores de esta nueva clase de rueda con rigidez variable y capacidad de cambiar de forma se inspiraron en la tensión superficial de una gota líquida.
Con la nueva tecnología, cada rueda es capaz de alterar su rigidez simplemente cambiando la tensión superficial aplicable a los bloques inteligentes constituyentes, sin necesidad de utilizar maquinaria o sensores complejos.
Puede funcionar como una rueda rígida y circular en un modo de conducción normal y luego pasar a un estado blando y deformable al rodar sobre obstáculos, dependiendo de la altura y la forma de estos.
Anteriormente existían tecnologías para crear ruedas con una estructura interior a base de piezas flexibles, pero estas se deforman continuamente incluso al circular por superficies planas, lo que dificulta la eficacia y la estabilidad de la conducción y genera ruido.
En cambio, la rigidez de la rueda desarrollada por el equipo de investigación del instituto surcoreano puede adoptar un estado rígido para desplazarse con rapidez sobre terreno llano y un estado blando y deformable para superar obstáculos.
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