A ello se suman las pésimas condiciones de seguridad y la posibilidad de que los equipos de vacunación no logren llegar por la guerra a las zonas asignadas, detalló Ines Hamdan, directora interina de información en Gaza del Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (Unrwa).
En una entrevista a la agencia de noticias Safa, Hamdan insistió en la necesidad de un alto el fuego en el territorio para permitir un respiro a la población tras 11 meses de conflicto.
La campaña fue lanzada en cooperación con la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia y las autoridades de salud palestinas con el objetivo de vacunar a unos 640 mil menores de diez años, explicó.
Antes de la guerra, Unrwa contaba con 26 centros de salud en Gaza, ahora solo funcionan 10, lamentó.
Hamdan resaltó la importancia de la iniciativa al señalar que la enfermedad “cruza fronteras y se propaga rápidamente”.
El proyecto se lanzó tras anunciarse el pasado mes el primer caso de polio en el enclave costero en 25 años.
Numerosas ong e instituciones de la ONU denunciaron en repetidas ocasiones sobre la propagación de epidemias y enfermedades infecciosas en la Franja debido a la falta de medicamentos, vacunas y herramientas de higiene, así como a las difíciles condiciones de salud y de vida que sufren los palestinos.
El Ministerio de Salud palestino denunció ayer que Israel se negó a coordinar la entrada de equipos médicos para la campaña de vacunación en las zonas al este de la carretera Salah al-Din.
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