Los nuevos datos no ayudan a calmar las preocupaciones sobre una desaceleración. Los economistas tenían expectativas que en el mes se sumarían 161 mil puestos y aunque la tasa de paro apenas se movió, el reporte de este viernes también incluyó importantes revisiones a la baja de las cifras de empleo de junio y julio.
Según los reportes, el desempleo sigue siendo bajo, pero continúa una trayectoria ascendente durante la mayor parte de este año tras un auge laboral que experimentó Estados Unidos como parte de su recuperación económica post pandemia de la Covid-19.
En cuanto a la tasa de inflación, se controló en gran medida hasta el objetivo del dos por ciento de la Reserva Federal (FED), pero los consumidores todavía sufren el peso de cuatro años de aumento de los costos en sus bolsillos.
«La principal preocupación entre los estadounidenses han sido los altos precios, resultado de la inflación», dijo Mark Hamrick, analista económico senior de Bankrate, en una nota tras la publicación de los datos.
El informe mensual de empleo, siempre seguido de cerca por economistas y analistas, fue sometido a un escrutinio aún más intenso debido a las expectativas de que la FED podría recortar las tasas de interés en su reunión de este mes en un esfuerzo por impulsar el crecimiento económico.
La tasa de desempleo actual todavía implica que más de siete millones de estadounidenses no tienen un trabajo y estarían en busca de uno.
La cuestión económica está en la cima de las campañas presidenciales de los candidatos Kamala Harris (demócrata) y Donald Trump (republicano).
De aquí a las elecciones del 5 de noviembre, entidades rectoras de la economía de Estados Unidos rendirán otros dos informes.
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