En un informe divulgado aquí, los expertos recopilaron testimonios de agresiones a gran escala, indiscriminados y directos que incluyeron ataques aéreos y bombardeos contra civiles, escuelas, hospitales, redes de comunicación y suministros vitales de agua y electricidad.
Ese contexto, advirtieron, indica un total desprecio por la protección de los no combatientes.
De acuerdo con el reporte —el primero elaborado por los relatores—, la responsabilidad por las graves violaciones recae en ambas partes y sus respectivos aliados, muchas de las cuales constituyen crímenes internacionales.
La Misión Independiente fue conformada en octubre de 2023 por el Consejo de Derechos de la ONU, encargada de analizar el estado de las garantías fundamentales en medio del prolongado conflicto entre las Fuerzas Armadas Sudanesas y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, siglas en inglés).
Aunque el gobierno sudanés se niega a cooperar con ella, el panel integrado por tres relatores logró reunir testimonios de primera mano de 182 supervivientes, familiares y testigos oculares.
Además, desarrollaron amplias consultas con expertos y activistas de la sociedad civil para corroborar y verificar pistas adicionales, según detalla el documento.
Los funcionarios denunciaron la expansión de las hostilidades en zonas densamente pobladas mediante constantes ataques y bombardeos de artillería en diferentes ciudades, incluidas Jartum y distintas ciudades de Darfur. En particular, los miembros de las RSF han perpetrado actos de violencia sexual a gran escala en ataques a ciudades de la región de Darfur y la zona metropolitana de Jartum, dijo Joy Ngozi Ezeilo, una de las integrantes de la Misión.
“Las víctimas relataron haber sido atacadas en sus casas, golpeadas, azotadas y amenazadas de muerte o de hacer daño a sus familiares o hijos antes de ser violadas por más de un agresor”, detalló.
Los testimonios recogidos denunciaron además violencia sexual mientras las víctimas buscaban refugio de los ataques o huían mientras que otras pruebas indicaron que las mujeres fueron sometidas a esclavitud sexual después de ser secuestradas por miembros de las RSF.
El informe pidió a la Organización crear una fuerza de mantenimiento de paz para Sudán al detallar también ataques de base étnica contra la población civil no árabe así como el reclutamiento de niños para integrar las fuerzas armadas.
“Las Naciones Unidas pueden hacerlo, y en el país vecino, Sudán del Sur, existe un mandato para proteger a los civiles en determinados países”, recalcaron.
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