En la nación con mayor población musulmana del mundo, el pontífice celebró una misa ante más de 100 mil personas la víspera y firmó una declaración conjunta con el Gran Imán de Indonesia, Nasaruddin Umar, a favor de la armonía religiosa, el entendimiento, el respeto y la paz.
Estos fueron pilares constantes de sus discursos y declaraciones en Yakarta, durante días; además, criticó con dureza la violencia por motivos religiosos y, en especial, por tergiversaciones.
Relacionado con lo anterior, el pontífice de 87 años de edad consideró imprescindible incrementar el diálogo interreligioso con el objetivo de favorecer el respeto mutuo y afrontar el extremismo y la intolerancia.
A lo largo de su estancia en Indonesia, el máximo representante católico fue recibido por el Presidente de la República, Joko Widodo, con quien sostuvo luego una reunión, y participó en diversas actividades.
Pese a ser el país con más musulmanes del mundo (casi el 90 por ciento de sus ciudadanos), Indonesia posee la tercera población católica más numerosa de Asia, después de Filipinas y China.
Indonesia devino el primer destino de la gira del papa por Asia, que lo llevará ahora a Papúa Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur.
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