Durante una rueda de prensa en esta capital, el primer ministro australiano, Anthony Albanese, identificó como un deber inmediato actuar en aras de garantizar la seguridad de las mujeres.
“Hay que prevenir estas muertes horribles y perturbadoras y esta vil violencia”, afirmó el dirigente luego de resaltar la necesidad de un enfoque coordinado a nivel de país para hacer frente a esa crisis nacional.
A su vez, detalló que la mayor parte del dinero se invertirá en apoyar los servicios de asistencia jurídica de primera línea durante los próximos cinco años y en proporcionar ayuda a los menores marcados por la violencia doméstica.
De acuerdo con datos del Ejecutivo australiano, la violencia doméstica y sexual afecta a una de cada seis mujeres en la nación oceánica, especialmente entre la población aborigen.
Las estadísticas arrojan que, en el período de 2022-2023, una mujer fue asesinada cada once días por su pareja en Australia, por motivos relacionados mayormente con la ruptura de la relación.
jha/msm
