Oficiales de operaciones citados por los medios de prensa aquí afirmaron que los uniformados, apoyados por fuerzas populares y aliadas, eliminaron a decenas de radicales en zonas del desierto entre las localidades de Atherya-Al-Rasafeh, en las provincias de Hama y Raqa.
Por otro lado, los aviones de combate sirios y rusos lanzaron ataques intensivos contra puntos de despliegue del Daesh en la cordillera del desierto entre Palmira y Sukhna, en el este de la gobernación de Homs.
El subcomandante del Centro Conjunto de Coordinación Ruso-Sirio, el coronel Oleg Ignasyuk, informó a la prensa que la Fuerza Aérea rusa dirigió ataques contra cinco bases de los terroristas de Daesh que habían abandonado la zona de Al-Tanf ocupada por fuerzas de Estados Unidos, y se escondieron en zonas montañosas en Homs y Deir Ezzor.
Los remanentes del Daesh recurren, desde su derrota en 2018, a la guerra de pandillas y atacan apoyados en claras instrucciones de inteligencia para desgastar a las tropas sirias y sus aliados.
Según denuncias de Damasco, estos radicales reciben apoyo logístico, protección e información por parte de los militares norteamericanos que ocupan la zona de Tanef, en el este de esta nación árabe.
Siria enfrenta una guerra impuesta desde 2011 y aunque su ejército, con el apoyo de sus aliados Rusia e Irán, liberó la mayor parte del territorio nacional de los radicales, ocurren algunos ataques que Damasco atribuye a grupos apoyados desde el exterior para seguir desestabilizando al país.
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