Las autoridades de salud del enclave costero anunciaron que la última víctima mortal por la falta de alimentos fue Yaqeen Al-Astal, oriundo de la ciudad de Khan Yunis, quien falleció ayer.
Recientemente, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtió que la obtención de comida es un grave problema en Gaza, a lo cual se suma la escasez de agua potable, la crisis de salud y el colapso del sistema de saneamiento.
El PMA criticó las continuas órdenes de evacuación del Ejército israelí al considerar que obstaculizan, aún más, la capacidad de las organizaciones humanitarias para responder a la crisis.
Por su parte, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) estima que el 90 por ciento de los niños en la Franja sufre pobreza alimentaria severa y sobrevive con dos o menos grupos de comida por día.
En un informe sobre el sector a nivel mundial, Unicef alertó que “meses de hostilidades y restricciones a la ayuda humanitaria colapsaron los sistemas alimentarios y sanitarios, lo que tiene consecuencias catastróficas para los niños y sus familias”.
Mientras, la ong Acción contra el Hambre subrayó que más de medio millón de menores y madres necesitan asistencia nutricional en ese territorio, mientras la mitad de la población allí sufre por falta de alimentos.
Antes del conflicto actual, iniciado en octubre último, menos del uno por ciento de los niños de Gaza menores de cinco años estaban muy desnutridos, pero el bloqueo y la guerra provocaron una catastrófica inseguridad alimentaria, afirmó.
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