Como parte de la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, este evento bianual tiene el objetivo de revivir añejas técnicas de guerra y fundirlas con disciplinas deportivas que hagan gala de las tradiciones, y la riqueza histórica y cultural de este país de Asia Central.
Más de dos mil atletas participan en 21 competiciones, entre ellas, lucha y tiro con arco a caballo, artes marciales, juegos culturales y científicos, además de cetrería.
Esta última se trata de la actividad de cazar con aves rapaces entrenadas, sobre todo, halcones, azores y otros pájaros de presa para la captura de especies de volatería o de tierra.
Culminaron los Juegos Paralímpicos en París, pero este acontecimiento deportivo mundial en su quinta edición, del 8 al 13 de septiembre, refleja la herencia y arcaicas prácticas de los pueblos nómadas.
Los Juegos Nómadas Mundiales son una posibilidad única de mostrar al mundo nuestro patrimonio y raíces culturales, explicó la ministra kazaja de Cultura e Información, Aida Balayeva.
Permiten al país mostrar el espíritu de la nación y el alma kazaja, añadió la funcionaria.
Balayeva explicó que asisten alrededor de unos 90 países, mientras, los organizadores reafirman un considerable crecimiento de la lista de participantes el cual va mucho más allá de los portadores de una herencia nómada.
El presidente de Turismo de Kazajistán, Kairat Sadvakassov, declaró al medio digital Euronews que lo interesante es la geografía de los territorios concursantes.
Desde Australia a Canadá, desde Sudáfrica a Gran Bretaña. Son Estados con poca tradición nómada en el pasado y ello significa que estos juegos están creciendo en todo el mundo, señaló.
Las tres primeras ediciones se celebraron en Kirguistán y la última tuvo lugar en Turquía.
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