Ante autoridades nacionales, locales e invitados, el mandatario consideró que esta permite que “nuestros niños y niñas nazcan sanos” y por ello la “responsabilidad no es solo moral, no es por un gesto de solidaridad humanitaria para apoyar” a quienes más lo necesitan.
En aldeas del municipio Santa María Nebaj, el jefe de Estado precisó que estaban en el lugar para construir juntos ese futuro, combatir la inseguridad alimentaria y con productividad y trabajo salir adelante.
“Guatemala tiene el potencial de ser un país donde nadie sufre hambre, donde todos tienen acceso a oportunidades”, reflexionó el político de 65 años, abanderado del partido Movimiento Semilla.
Siempre y cuando la justicia social sea una realidad palpable, acotó Arévalo, quien estuvo acompañado por el ministro de Agricultura, Ganadería y Alimentación Maynor Estrada.
Calificó de urgente que tanto el Gobierno central como el local, las organizaciones de sociedad civil y el sector privado respondan con eficacia al clamor de un pueblo que actualmente necesita alimento.
“El bienestar de nuestro pueblo depende de nuestra capacidad para trabajar juntos”, remarcó el exdiplomático y exdiputado, con casi ocho meses en el cargo.
Pero no se trata de pasarnos la vida regalando alimentos, sino de generar las condiciones para el desarrollo incluyente, planteó, mientras ratificó el compromiso de tomar las decisiones necesarias para que el derecho a la alimentación deje de ser un ideal.
Agradeció al Congreso, porque junto con la administración y el poder ejecutivo le están apostando a esa visión de un país justo, solidario, en donde las autoridades se ponen al servicio de la gente para lograr esa transformación.
Sigamos trabajando en ese sentido, porque eso es lo que el pueblo nos demanda, instó el presidente de Guatemala.
Antes aseveró que como sociedad se encuentran en un momento crucial, con la posibilidad de responder de forma concreta a las deudas históricas hacia los más olvidados y necesitados.
El mandatario reconoció la existencia de una enorme desigualdad entre quienes viven en la abundancia y aquellos aún sufren de hambre o de malnutrición.
Por eso, junto con el ministro de Agricultura y con todo su equipo, estamos trabajando en programas que fortalezcan los medios y las capacidades de los agricultores, insistió Arévalo.
Hasta la fecha, según Estrada, los cinco programas de la cartera dedicados a la entrega de alimentos beneficiaron en todo este territorio centroamericano a 285 mil 490 familias, con un total de 364 mil 289 raciones distribuidas.
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