La propuesta extenderá por otro año esas medidas en medio de las denuncias de violaciones de derechos humanos contra los civiles, la expansión de la hambruna y una grave crisis de desplazamiento.
El proyecto aprobado califica la situación en el país africano como «una amenaza para la paz y la seguridad en la región» tras casi un año y medio de conflicto.
Asimismo, reafirma la importancia de que todas las partes en el conflicto garanticen la protección de los civiles y promuevan la rendición de cuentas por las violaciones y abusos de los derechos humanos y el derecho internacional humanitario.
En 2005, el Consejo de Seguridad impuso las primeras sanciones a Sudán por atacar específicamente a personas y entidades involucradas en el conflicto de Darfur.
Desde entonces, un comité supervisa la aplicación de esas medidas como parte de la resolución, mientras que un grupo de expertos reúnen información sobre el cumplimiento e informan al Consejo.
La renovación de las sanciones restringirá la circulación de armas en la vasta región de Darfur y sancionará a las personas y entidades que contribuyan o sean cómplices de actividades desestabilizadores en la nación africana.
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