Ser uno de los países más seguros de la región le permitió a El Salvador potenciarse internacionalmente y la transformación se tradujo en el crecimiento del turismo, inversiones, el comercio, entre otros.
Entre los que coinciden con estas valoraciones está la ministra de Turismo, Morena Valdez, quien destacó que el país recibió una influencia positiva con el aumento de los visitantes al mejorar los índices de seguridad.
«Nos están visitando más extranjeros, con más poder adquisitivo y que se quedan por más tiempo. El tema de seguridad es trascendental para el turismo», dijo, y puntualizó que estas visitas permiten crecimiento, bienestar económico y social de comunidades donde hay mayor desarrollo turístico.
Las cifras del gobierno testifican que las estrategias de seguridad efectivas fueron claves para alcanzar las 700 jornadas sin asesinatos atribuibles a las pandillas.
Un informe del Diario El Salvador, afín al gobierno, precisó que uno de los logros más significativos del gobierno de Nayib Bukele es la transformación de El Salvador al llevarlo de ser el país más violento al más seguro de toda la región latinoamericana.
Este año, el país acumula 182 jornadas libres de violencia homicida, mientras la solución de los asesinatos supera el 90 por ciento, según informes de la Fiscalía General de la República.
De mantenerse la tendencia, el 2024 finalizará con una tasa de 1.5 homicidios por cada 100 mil habitantes. El 2023 cerró con tasa de 2.4 homicidios por cada 100 mil habitantes, cifra que lo posicionó en la cumbre de los países menos violentos del hemisferio occidental.
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