La organización sindical manifestó en un comunicado a propósito de las efemérides que el médico y político, líder del Gobierno de la Unidad Popular desde 1970 a 1983, fue blanco de ataques del imperialismo debido a proyectos como la nacionalización de la industria de cobre, el control estatal sobre los bancos y la redistribución de las tierras a productores y campesinos, entre otras políticas públicas.
La conspiración civil y militar para deponer al gobierno constitucional democráticamente electo de Allende, que le costó la vida, repudió la CNTP, fue planeada y orquestada por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y el Pentágono de Estados Unidos.
La CNTP en su mensaje señala que en su labor cotidiana asume aquellas palabras del mártir presidente chileno cuando afirmara a través de Radio Magallanes “Yo no voy a renunciar. Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad del pueblo… Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre para construir una sociedad mejor”.
La central obrera del istmo ratificó además que como dijera Allende entonces su sacrificio no fue en vano, se convirtió en una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición.
El 11 de septiembre de 1973, tanques y aviones militares atacaron el Palacio de La Moneda y otras dependencias y derrocaron al gobierno del presidente Salvador Allende.
Augusto Pinochet, quien entonces era comandante en jefe del ejército, encabezó la asonada que dio paso a una dictadura de 17 años, durante la cual se cometieron más de 40 mil delitos de lesa humanidad, entre torturas, asesinatos y desapariciones.
Cincuenta y un años después de aquellos acontecimientos, aún hay más de mil 100 personas cuyo paradero se desconoce.
Bajo el lema “Los años de impunidad, no acallarán nuestros clamores de justicia”, el Partido y las Juventudes Comunistas convocaron una marcha por céntricas arterias de la capital chilena.
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