En un mensaje enviado a la Convocatoria Global de la Cumbre del Futuro, el mandatario apuntó que tales aspiraciones solo serán posibles si existe voluntad política real de remover las bases del actual orden internacional profundamente injusto, desigual y excluyente.
«No podrá siquiera hablarse de futuro mientras no se detenga la barbarie sionista contra Palestina, mientras prevalezca la filosofía del despojo, que es la filosofía de la guerra, como advirtió tan claramente hace 64 años el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro», subrayó.
Díaz-Canel advirtió que el futuro será una quimera limitada a informes y discursos, mientras sigan creciendo escandalosamente los gastos en armamentos y se reduzcan, congelen o bloqueen los fondos imprescindibles para financiar el desarrollo.
Señaló que no podrá hablarse de «futuro sin proveer a los más vulnerables de los medios financieros, tecnológicos y científicos necesarios» para abordar el reto que actualmente representa el cambio climático y el camino hacia el desarrollo.
La reforma profunda que exige la arquitectura financiera internacional es fundamental para cerrar la brecha abismal que separa al Norte del Sur, indicó el mandatario, a la vez que alertó que este ejercicio no podrá traducirse en beneficios reales para los pueblos, si no se realiza bajo la conducción de las Naciones Unidas.
El jefe de Estado puntualizó que los efectos de los desequilibrios provocados por el orden económico internacional se multiplican para los países sometidos a medidas coercitivas unilaterales.
El presidente cubano reiteró el llamado a los Estados para que se abstengan de promulgar y aplicar estas medidas violatorias del Derecho Internacional y la Carta de la ONU.
Para Cuba, afirmó, el futuro exige que se levante de una vez el ilegal bloqueo de los Estados Unidos y se retire al país de la arbitraria lista de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo.
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