Tras varios días donde los funerales de las victimas de la caída de un helicóptero en el que viajaban los altos mandos de la Policía Nacional Civil (PNC), acaparó la atención, el enfrentamiento a las pandillas retomó el protagonismo.
Un informe de la PNC dio cuenta en la tarde del jueves de la ocupación de dos armas de fuego en el Complejo Educativo Colonia Veracruz en Ilopango, ubicado en el bulevar del Ejército, en las cercanías del Aeropuerto de Ilopango.
Indicó el parte que se trataba de dos armas largas calibre 12 milímetros, 44 cartuchos de diferente calibre así como cinco cartuchos para escopeta, un cargador y diez cartuchos de nueve milímetros y una placa policial, los cuales se encontraban escondido entre el cielo falso del teatro de la escuela, precisó la corporación.
Otro caso que desde hace semana ocupa la atención de la población es el vinculado al asesinato de un matrimonio en esta capital, en la colonia Satélite, y cuyos comisores son procesados en una audiencia por homicidio agravado, desaparición de personas, agrupaciones ilícitas y tenencia ilegal de armas de fuego.
Las víctimas, Yohalmo Valdés y su esposa América Martínez, aparecieron enterradas en el patio de su propia casa y la acción policial permitió el arresto de los presuntos culpables, lo cual reitera informes de la Fiscalía General de la República, sobre el esclarecimiento de más del 90 porciento de los delitos violentos que se cometen en el país.
Otra muestra de la batida contra el crimen organizado ocurrió cuando fueron acusados 257 pandilleros de la pandilla Mao Mao por 24 homicidios y seis feminicidios, los cuales seguirán arrestados mientras prosiguen las investigaciones.
Según las autoridades dentro de los involucrados en la estructura, figuran dos abogados y empleados de instituciones que colaboran con los pandilleros que realizaban sus acciones en los municipios de Soyapango, Ciudad Delgado y San Salvador.
A todos los detenidos se les imputa el delito de agrupaciones ilícitas, a 49 les atribuyen el delito de homicidio y feminicidios agravados, hechos cometidos entre el 2010 y 2020.
Estas acciones evidencian que aunque la corporación policial perdió a su director, comisionado Mauricio Arriaza, y a dos de sus principales colaboradores, el enfrentamiento a las pandillas no decayó en su intensidad, indican autoridades.
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